sábado, 29 de marzo de 2008

Crítica de nuestro espectáculo Chéjov al oído

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"UN MOMENTO DELICIOSO"

“Chejov al oído” se trata de narraciones en base a textos escogidos de Antón Chejov. Dirigida por Juan Parodi y presentada por el grupo “Cuentos y encuentros”. Abre el espectáculo Carmen Blanch con una carta del gran escritor ruso a su hermano, un texto muy humano y rico del que se pueden rescatar conceptos tales como la “libertad de pensamiento” o las bondades de la brevedad de un escrito. El siguiente relato está a cargo de Betty Ferkel y nos cuenta “Una noche de espanto”, un maravilloso relato de miedo y suspenso con un desenlace inesperado, contado por la narradora maravillosamente en cuanto que sabe sostener la tensión del relato. El siguiente texto es “Tristeza”, a cargo de Emma Di Marzo que logra transmitir una conmovedora historia: la de un hombre que tiene una enorme necesidad de hablar con alguien sobre su pena y no hay persona que lo quiera escuchar, hasta que decide hablar con su caballo y éste lo escucha, lo reconforta y lo consuela. Lucía Andrada cuenta “El vengador”. Un hombre va a una armería para comprar un revolver con el fin de mata a su esposa, al amante de ella y suicidarse; pero termina comprando una inútil red para cazar codornices. Un texto difícil que supo resolverlo muy bien la narradora. El siguiente texto lo cuenta –con mucha frescura- Clía Tasso, se trata de “La colección”, una extrañísima colección. “La boticaria” es un bellísimo cuento que habla sobre la sensualidad, el desamor y la frustración, está a cargo de Gisele Glasman y muy bien contado, por cierto. Cierra el espectáculo Carmen Blanch, primero hace una breve reseña sobre Chéjov y luego enlaza con “El jardín de los cerezos”. Esta narradora hace un excelente trabajo ya que no es nada fácil contar una obra dramática y extraer su esencia. Lo logra con gran belleza.

Este espectáculo se presenta en La Bodega del Café Tortoni, a escenario despojado. Sólo con una silla y el marco de las paredes con los ladrillos a la vista y armonizado con el vestuario de las narradoras. Todo es en color manteca, de corte netamente romántico, con puntillas, bordados, chales. Se crea junto con las luces, los efectos sonoros y la música un ámbito ideal y propicio para escuchar a Chejov.

“Chejov al oído” es un verdadero placer y una caricia al alma.

Adriana González - Revista digital Crítica Teatral . Link

http://www.criticateatral.com.ar/anterior/criticaspag/abril/chejov.htm

1 comentario:

Anónimo dijo...

Genias/o totales!! Estoy completamente de acuerdo con Adriana González. Besos a todos