miércoles, 14 de enero de 2009

Arturo "Misha" Rubinstein

El día 7 de este mes se nos fue un amigo. Arturo Rubinstein nos dejó con las ganas de festejarle los cien años en el próximo marzo.
Nos dejó con la tristeza de no verlo más, de no escucharlo decir al vuelo cosas ingeniosas y pícaras o sorprendernos porque está estudiando inglés o recibiéndose de profesor de tango, bien pasados los noventa.
Tampoco nos volveremos a reunir para preparar nuestros cuentos en su cálido departamento, lleno de cuadros y esculturas. Solía mostrar con legítimo orgullo los pergaminos que daban cuenta de merecidos agasajos y honores.
Arturo (Misha, como le decían los más próximos) fue un distinguido cirujano plástico, que con toda sencillez contaba entretenidas historias de su vida.
Como compañero en nuestros espectáculos en la Bodega del Café Tortoni, supo hacerse amar por su ingenio, inteligencia, cultura, amor a la vida y bondad. Son muchas palabras que , sin embargo, no alcanzan para describirlo.
Estamos orgullosos de haber tenido el privilegio de conocerlo y de haber sido parte de su vida.
Misha nos acompaña para siempre en nuestra memoria y en nuestro corazón.
En el mundo del teatro se suele decir “se fue de gira”, y hay quien agrega “sin equipaje”, pero Misha, nuestro Misha, se fue, “con exceso de equipaje”.Se fue con un baúl lleno de amor y otro de amistad. Agregó además otros de respeto, de inteligencia, de comprensión, de dulzura, de profesionalismo, de picardía, de coraje, de amabilidad, de grandeza de alma, de sueños cumplidos, (quizás, puede ser, alguna valijita de sueños no realizados), y el baúl más grande de todos, para contener su enorme calidad humana.Y como si todo eso fuera poco, se fue joven, se fue lúcido, a sus casi cien años.Se dice que nadie muere del todo si se lo sigue nombrando”.Estamos seguros que Misha llegará a ser más viejo que Matusalén, pues siempre habrá alguien que lo recuerde y lo nombre.Ha sido un honor y un privilegio conocerlo y haber gozado de su amistad.
Con amor y respeto.
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

" Me acabo de enterar por ustedes, a través de la agenda semanal del circulo de cuentacuentos de la muerte de Arturo Rubinstein. Se me estrujó el corazón. Me resultó muy agradable el modo de transmitir la noticia, con un tono cálido y tierno. Era realmente una persona muy especial. En el 99 nos iba a escuchar al grupo Tan Sólo Cuentos que coordinaban Ana Bovo y Marta Lorente en la Sala Trinidad Guevara del Teatro Cervantes. Ahí en la primer fila estaba él, interesado y disfrutando. Me regaló su interesante libro de relatos y más de una vez sentí ganas de preparar uno de ellos para contar y ahora está como deuda.
Los felicito además por el blog, muy interesente.
Con afecto,
Patricia Orr

Anónimo dijo...

" Me acabo de enterar por ustedes, a través de la agenda semanal del circulo de cuentacuentos de la muerte de Arturo Rubinstein. Se me estrujó el corazón. Me resultó muy agradable el modo de transmitir la noticia, con un tono cálido y tierno. Era realmente una persona muy especial. En el 99 nos iba a escuchar al grupo Tan Sólo Cuentos que coordinaban Ana Bovo y Marta Lorente en la Sala Trinidad Guevara del Teatro Cervantes. Ahí en la primer fila estaba él, interesado y disfrutando. Me regaló su interesante libro de relatos y más de una vez sentí ganas de preparar uno de ellos para contar y ahora está como deuda.
Los felicito además por el blog, muy interesente.
Con afecto,
Patricia Orr

Anónimo dijo...

Definitivamente lo vamos a extrañar.
Nos enseñó -a los que tuvimos la suerte de conocerlo- que la edad no es impedimento. Con su ejemplo sabemos que se puede seguir aprendiendo, escuchando, relatando, escribiendo, soñando, estudiando, bailando, haciendo nuevos amigos, enseñando, y tantas otras cosas...
¡GRACIAS ARTURO!